El inicio de una nueva etapa

Hola mis lovers!! Hoy no vamos a hablaros de maquillaje, ni de viajes, ni nada por el estilo. Hoy simplemente vamos a contar nuestra experiencia en uno de los momentos más importantes de nuestra vida. Este momento por el que pasamos todos de una forma u otra. Y este momento es el paso del instituto a la vida real. Puede parecer algo completamente normal, una etapa más en la vida, pero requiere un duro golpe a todas las bases por las que nos regimos todos los adolescentes hoy en día. En esta etapa decimos adiós a muchas cosas: los amigos, la rutina, los profesores, etc. Pero también renuncias a tu parte de niño. Cuando entras al instituto por primera vez tienes 11 o 12 años, a partir de ahí vas creciendo, cambiando, madurando; pero una parte de esa personita que llegó el primer día con los ojos muy grandes mirando todo asombrado, sigue en ti. Tus compañeros con los que llevas ya 6 largos años, con los que has compartido los años más fáciles para algunos/difíciles para otros, también se preparan para volar. Los profesores se siguen preocupando por ti hasta el mismo día en que dejas el instituto. Y tras eso... nada. Tras eso ya no vuelves a tener nada en bandeja, ya no te dicen lo que tienes que hacer, de hecho tienes que elegir tu todo: ¿en qué vas a trabajar? o ¿qué carrera vas a estudiar?, ¿a qué universidad irás?, ¿y si no te llega la nota?, ¿donde vas a vivir?... Nos pasamos toda la adolescencia pidiendo libertad, diciendo que somos lo suficientemente mayores para decidir nosotros mismos, pero de repente nos dan un millón de preguntas las cuales debemos responder en un tiempo limitado, y lo mejor de todo: solo te afectará al resto de tu vida. Y ahí nos damos cuenta de que el tiempo de pedir ayuda a tus profesores, a tus padres, etc, ya ha terminado, y que ahora llega la ya no tan ansiada libertad. Personalmente, nosotras aún no hemos elegido qué carrera vamos a hacer y nos queda como una semana para decidirlo. Pero desde que hemos acabado el instituto es como si un río super fuerte nos hubiera arrastrado y hubiera tomado el control de todo, y nosotras tan sólo nos dejáramos llevar intentando salir lo mejor paradas posible de esto. Acabas el curso, te dan las notas, hay una graduación, te atrincheras en casa estudiando para selectividad y entonces ya sí, llegas al final del camino, en el que te están esperando con una hoja para que rellenes en ese momento y pongas la respuesta a todas esas preguntas nombradas anteriormente. Y así, sin mas dilación, sin mas excusas, sin más obstáculos, sin más, empiezas una nueva etapa. Esta etapa es desconocida para ti, puede que se parezca a cuando empezaste la etapa del instituto ya que tiene factores como: conoce gente, haz amigos, ve a clase, estudia. Pero en realidad ya nada es igual. Sí, harás amigos, pero con ellos ya no quedarás para jugar o hablar de los últimos cotilleos del insti, ellos no conocerán muchas partes importantes de ti, ellos tendrán que ganarse tu confianza de nuevo y tu la suya, seguramente conocerás a gente idiota y también a gente que valdrá la pena, tendrás que fijarte bien. Y cuando estés ahí preparándote para hacer amigos, te darás cuenta de que eso se le daba bien a tu yo niño, de que con los años te has acomodado con los amigos de toda la vida y ahora tienes que salir de tu zona de confort. Cuando ya has pasado todo eso, ves que todo esto que estamos contando aquí son cosas casi triviales, normales, pero ahí está la magnitud del momento, este es el primer salto al vacío que hacemos en nuestra vida, si hay un momento en la vida para madurar, es este. Así que a pesar del posible miedo y las dudas, nuestro consejo es que disfrutéis del salto, porque abajo os esperan cosas muy buenas, dignas de vivir y recordar al paso de los años. Para muchos, esta nueva etapa ha sido la mejor de sus vidas, así que, allá vamos. Y elijamos lo que elijamos, acertemos o nos equivoquemos, disfrutaremos del momento y disfrutaremos de nuestra primera equivocación siendo totalmente libres, que es la primera pero que os aseguro que no será la última.
Y por último, os dejamos una frase que viene bien recordar: "No dejes puertas entreabiertas. Ábrelas de par en par o ciérralas de golpe, porque por medias entradas entran medias felicidades."

Comentarios

Entradas populares